Muchas personas pasan años tratando de aprender otra lengua, en este caso, el inglés, y aún así, no logran tener el nivel que uno esperaría en una persona que ha pasado 3, 5 o 10 años estudiando un idioma.
Esto puede pasar debido a varios factores:
- 1. Dedicamos una hora cada semana al estudio del inglés y eso nunca será suficiente si quieres dominar una segunda lengua.
- 2. Te la pasas estudiando gramática y reglas extrañas que ni siquiera los hablantes nativos de esa lengua usan.
- 3. Realizas ejercicios de escucha pasiva en los que ni siquiera se chequea tu comprensión de lo que oíste.
Digamos que estudias inglés 6 horas a la semana, el año tiene 52 semanas, eso sumaría unas 312 horas de estudio al año ¿15 días al año son suficientes para aprender una lengua? ¿Qué pasaría si una persona se dedica por completo a estudiar un idioma por un mes, con una gran intensidad horaria? Hay ejemplos vivos de que una persona que se dedica por un mes entero a aprender una lengua puede tener el mismo nivel que una persona que ha pasado dos años estudiándola de forma intermitente.
Podemos deducir entonces que lo que importa no es estudiar por 10 años, sino cuántas horas durante esos 10 años le dedicas al estudio y a la práctica de la lengua, y esto pasa con muchos campos de la vida, no solamente con los idiomas.
Lo anterior no quiere decir que debas renunciar a todas las cosas que haces cotidianamente para dedicarte a estudiar, lo que queremos decir es que es importarse verse expuesto al lenguaje cada vez que se pueda. Si estamos siempre pensando en que cometeremos errores y haremos el ridículo, no lograremos ese aprendizaje. Hay que aprovechar cada oportunidad que aparece para practicar y reforzar lo que ya se sabe.
Tampoco se trata de decir que si vas al país donde se habla la lengua que quieres aprender vas a tener un mejor nivel, eso es cierto para muchos, pero muchos otros se refugian en sus casas o buscan la comodidad de hablar con personas que hablen sus lenguas maternas, todo es relativo, pero lo que sí es demostrable es que una persona que se dedique a aprender inglés por 3 o 4 meses de una forma muy comprometida, puede llegar a comprender el idioma a la perfección y a hablarlo con fluidez.
Ahora, te mostraremos algunas de las técnicas que pueden servirte durante las horas que decidas invertir en el aprendizaje del inglés. Intenta aumentar tu esfuerzo y tu compromiso y verás cómo cambian los resultados.
Técnicas para aprender inglés más rápidamente
1. Evita estudiar palabras aisladas: las palabras no son más que conjuntos de letras cuando no tienes un contexto. Seguramente te has enfrentado a palabras que tienen 2 o 10 significados. Intenta siempre comprender globalmente la oración en la que se encuentra la palabra que quieres aprender.
Una buena forma es escribir o aprender la frase completa en inglés, sin traducir, si la comprendes, también tendrás la posibilidad de usarla. En vez de una palabra aislada habrás aprendido varias.
2. Evita regirte estrictamente por la gramática: cuando estás pensando en la forma “correcta” de decir las cosas, inmediatamente empezarás a perder la fluidez en el discurso. Estudia gramática si quieres escribir adecuadamente o si quieres aprender a hacerlo por cultura general, pero si lo que quieres es hablar con propiedad y de una forma espontánea, no te fijes tanto en la gramática cuando hables, es mejor enfocarse en el mensaje que quieres darle a entender a tu interlocutor.
3. Escucha: para aprender inglés y cualquier otra lengua, lo primero que debes hacer es escuchar. No te presiones de más tratando de escuchar acentos incomprensibles o muy complicados, busca primero un nivel entendible para ti, y luego si ves que todo marcha bien, intenta otras cosas. Los idiomas no están en los libros de texto. Están en lo que lees, en lo que escuchas, en lo que vives, lo demás son guías que te ayudarán a profundizar. Practica y escucha todos los días, es indispensable.
4. Aprendizaje significativo: a veces en las escuelas solamente se enseña para aprobar exámenes o cursos. Si quieres aprender cómo utilizar una lengua para tu vida, si quieres tener un conocimiento verdadero y arraigado, es importante ir más allá de las definiciones, ir más allá de la memoria.
Revisa tus materiales con cautela, indaga los significados que pueden tener las expresiones, los usos que puedes darles. Así, más que palabras puestas en un papel, estarás aprendiendo algo que será útil en situaciones reales.
5. La lengua en contexto: durante tus horas de estudio procura tener materiales que correspondan a la vida real. Muchos de los libros de texto y de los audios que encontrarás, están hechos con un uso de la lengua que probablemente no encontrarás en la calle, en el supermercado o en el cine. Cuando quieras ver cómo se utiliza el idioma por parte de los hablantes nativos, tienes muchísimos recursos. Solamente prende tu televisor y verás películas en las que las personas usan un inglés real, con errores gramaticales, con pronunciaciones que se salen de los parámetros que aprendemos formalmente. Una vez más, el idioma no está en un texto, está en el mundo. Los idiomas son organismos vivos que cambian y se modifican.
6. Escucha y responde:
Si optas por hacer ejercicios de escucha, evita escuchar y repetir, es más conveniente para ti escuchar y responder. Cuando repites puedes reforzar la pronunciación, pero cuando respondes, logras desarrollar una increíble agilidad para interactuar en situaciones reales, la pronunciación es algo que va mejorando con el tiempo y con la práctica.
A medida que vas avanzando en este ejercicio, no tendrás que pensar en las respuestas que darás y en cómo las dirás, todo se va volviendo un proceso casi que automático, tal y como lo hacemos con nuestra lengua materna.
Todo lo que te hemos dicho en este artículo se resume en que para aprender inglés necesitas dedicación, tiempo y usar las estrategias de aprendizaje que más se ajusten a tu estilo cognitivo. Hay diferentes tipos de inteligencias, y antes de encontrar un método de estudio apropiado, debes conocer cuál es la tuya. ¿Ya lo sabes?
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